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9: El megapuerto de Ponce

En qué quedó

English - January 20, 2021 04:00 - 23 minutes - 16.5 MB - ★★★★★ - 715 ratings
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El megapuerto, el Puerto de las Américas, el Puerto de Ponce… Su nombre y las leyes que le dan forma fueron cambiando con los años y con las administraciones de turno, pero su destino no. Era el proyecto que prometía evitar la caída económica y llevar prosperidad a los pueblos del sur de Puerto Rico. Tras estudios que avalaban su construcción y una millonaria inversión, ¿en qué falló la propuesta? ¿En qué quedó el proyecto que haría de Ponce y Puerto Rico la conexión de la industria marítima del Caribe?

Anfitrionas

Valeria Collazo Cañizares
Adriana De Jesús Salamán

Edición

Víctor Ramos

Música original

Rigoazulado

Transcripción

Desde el aire, se ve como un juego de tetris gigante. Siguen bajando los rectángulos de colores, formando filas y filas… en una dirección y en otra. El puerto no descansa.

Para este anuncio especial, todos se vistieron con guayaberas blancas. Se pusieron cascos y chalecos de seguridad para la foto clásica. Se trata de una inversión de 114 millones de dólares para un proyecto de expansión que duplicará la capacidad de contenedores. Esto sumará cientos de empleos.

Está en ruta a convertirse en el principal centro logístico de las Américas. 

Pero no, este megapuerto no está en Ponce. Los planes se materializaron en Caucedo, Boca Chica, República Dominicana, mientras aquí nos apuntábamos con el dedo mutuamente como el meme de Spider-Man.

Esta es otra trama de sueños grandes y peleas pequeñas. De tiempo y millones perdidos… y del Puerto Rico que nunca fue.

INTRO

En sus 111 x 36 millas de extensión, aunque rodeada por agua, Puerto Rico tiene un puerto principal, ubicado en San Juan. Es ahí donde ingresa el 80% de lo que comemos y gran parte de lo que compramos o necesitamos para construir, para movernos, para funcionar. En fin, que la supervivencia en esta isla-archipiélago está amarrada a la carga marítima y aérea.

La idea y necesidad de un puerto adicional al de San Juan se comentaba desde la década de los ochenta, pero no fue hasta el 2002, con el gobernador Pedro Rosselló, que se aprobó la Ley de la Autoridad del Puerto de las Américas para desarrollar un puerto de trasbordo. Luego del debate público entre el gobierno central y el exalcalde Rafael “Churumba” Cordero Santiago, se decidió que fuera en Ponce.

Archivo Churumba: “Tenemos que ganar para que el megapuerto se comience el próximo año, antes de que Puerto Rico pierda esa oportunidad”.

La ventana de tiempo para actuar era corta. Ya lo había advertido el experto en industria marítima, Ernst Frankel, en su estudio sobre la viabilidad de un puerto de trasbordo para Puerto Rico en el año 2000. Si no se construía con urgencia, la competencia se adueñaría del mercado. Si se hacía rápido, el proyecto significaría una gran oportunidad no solo para Ponce, sino para toda la Isla. Puerto Rico se convertiría en un HUB importante, o punto de conexión, para el comercio por mar. Pedro Rosselló reconoció el potencial de la propuesta.

Rolando Emmanuelli: “Él vio como una oportunidad de negocios para Puerto Rico el aumento del tráfico de contenedores, particularmente de y hacia Estados Unidos y la oportunidad que había en el hemisferio de puerto de hondo calado para poder darle servicio a los buques llamados post panamax, que son los que no pueden pasar por el Canal de Panamá antes de la esclusa que se abrió ahora”.

Este es el licenciado Rolando Emmanuelli. En la década del 2000, presidió la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y estuvo involucrado en el impulso del puerto como centro de desarrollo económico. En ese entonces, se hablaba de la necesidad de puertos de hondo calado en esta parte del hemisferio americano. Hondo calado quiere decir que caben barcos más grandes.

Ponce buscaba convertirse en el “parking”, el estacionamiento de contenedores, de las Américas. El concepto de trasbordo es algo así...

Frankel, el consultor que el gobierno de Puerto Rico había contratado en el ‘99, decía que este proyecto, probablemente más que cualquier otro, ofrecía a Puerto Rico, y esto es una cita directa, “la oportunidad de emerger de la posición de ser el territorio de los Estados Unidos con el más bajo ingreso a uno de igualdad o quizás superior a otros territorios o estados”. Su estudio apuntaba a que el megapuerto dispararía el crecimiento económico de la Isla y permitiría añadir al menos 5 mil empleos directos y más de 10 mil indirectos en un periodo de cinco años. La contribución total a la economía se proyectaba en 6 mil millones de dólares por año. O sea, era básicamente, un salvavidas para el naufragio que se acercaba.

Pero el entusiasmo de Frankel se desvaneció pronto.  Decidió abandonar el proyecto en el 2002 porque la iniciativa había tomado otra dirección: la del desperdicio. 

En entrevistas a su salida, Frankel se quejó de la contratación de un sinnúmero de consultores que carecían de experiencia y conocimiento de las regulaciones marítimas en el Caribe y en los Estados Unidos. ¿Suena familiar?

Frankel, que para ese entonces ya se le reconocía por liderar el desarrollo de más de 70 puertos de transbordo alrededor del mundo, auguraba un empañado horizonte para el Puerto de las Américas. 

Archivo Churumba: “Los ponceños tuvimos la voluntad de resistir y nunca nos arrodillamos, ni nos arrodillaremos ante ningún mortal”.

 “Churumba”, alcalde de Ponce y quien insistió en la construcción del puerto, falleció en el 2004. Fue recién en ese año que el Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos dio su visto bueno para la construcción del puerto en la llamada Perla del Sur. La Legislatura de Puerto Rico aprobó una línea de crédito de 250 millones de dólares.

Rolando Emmanuelli: “Entonces ahí es que se separaron en el plan de ordenamiento territorial de Ponce unas fincas enormes. Las que están al lado del campo de golf del Hilton, para establecer fábricas de valor añadido, igual la finca Percom, que pega con el puerto también. Y el proceso y el modelo de negocios requería que algún operador de calibre internacional, un operador que supiera todas las interioridades de este mercado, decidiera operar el puerto”.

A dos años de haberse creado, la Autoridad del Puerto de las Américas ya tenía 265 millones de dólares para el desarrollo del proyecto. Motivada por sueños que trascendían fronteras, la construcción del puerto en Ponce era una promesa de prosperidad para los  municipios del Sur y centro de la isla. 

Según los planes, el Puerto de las Américas tendría tres muelles, que se extenderían por 1,341 metros de plataforma. Entre el 2002 y el 2007, se construyeron estructuras y se adquirieron algunos equipos, pero no había quién operara el puerto. 

Mayita Meléndez: “¿Quién no vino aquí? Pero todo el mundo era buscando sus intereses privados y no ayudaba al crecimiento ni el desarrollo para terminar el puerto”.

María “Mayita” Meléndez fue alcaldesa de Ponce por 12 años. Justo antes de su llegada al municipio, estuvo a punto de concretarse el anhelado acuerdo con un operador.

Fue a finales de 2008, luego de tres solicitudes de propuestas, que un operador coreano expresó interés en firmar contrato. Sin embargo, la fecha coincidió con el paso de las elecciones generales en que el entonces alcalde, Francisco “Ico” Zayas, fue derrotado por Meléndez. 

Rolando Emmanuelli: “Por deferencia, Ico Zayas no firmó el acuerdo porque se concretó apenas unas semanas antes del cambio de administración y lo dejó en manos de Fortuño y de Mayita. El acuerdo no se concretó y finalmente lo que se hizo fue en ese cuatrienio de Fortuño fue que se enmendó la Ley del Puerto de las Américas para entonces entregarle el control al municipio de Ponce, a la alcaldesa de Ponce”.

A petición de la nueva alcaldesa, el gobernador Luis Fortuño creó la Autoridad del Puerto de Ponce, que sustituiría a la Autoridad del Puerto de las Américas, compuesta por una Junta Directiva con mayor representación del municipio. Entre sus responsabilidades quedaba determinar el rumbo del puerto y continuar su desarrollo.

En el 2009, el gobierno de Luis Fortuño ordenó la compra de dos grúas por 22.7 millones de dólares: 4 millones por encima del costo promedio en el mercado en ese momento. Siete años después de la ley original, ya se habían agotado los fondos para el Puerto Las Américas. La obra no se había completado y quedaba una deuda de 16 millones de la Autoridad del Puerto de las Américas para pagar la justa compensación de la expropiación de la finca Percom. Entre las tareas pendientes, estaba la construcción de un canal de navegación a 50 pies de profundidad, que iba a completar los muelles del cuerpo de trasbordo. 

La inversión estatal había aumentado a 300 millones de dólares y ya otros países vecinos habían apretado el acelerador en la construcción de puertos de trasbordo. El cuarto se llenaba de agua…

Mayita Meléndez: “Así que no íbamos a tener mucha competitividad. (...) Y obviamente nosotros teníamos que buscar una alternativa de desarrollo más viable”.

Como alternativa, el municipio presentó una propuesta que, a grandes rasgos, buscaba iniciar las operaciones comerciales del puerto con una línea de crédito adicional de 75 millones de dólares. La medida garantizaría el pago de intereses, equipo para operar y el manejo de los contenedores. Con ese plan, la entonces alcaldesa buscaba consolidarlo como un puerto de tercera generación y capturar el 30 por ciento de la carga doméstica de los pueblos fuera del área metropolitana.  

El Banco Gubernamental de Fomento aprobó la línea de crédito de 75 millones de dólares en el 2012, pero, otra vez, un posible movimiento en el proyecto coincidía con las elecciones generales. Y aunque Meléndez revalidó en Ponce, Luis Fortuño sufrió una derrota ante Alejandro García Padilla.

La exalcaldesa aseguró que le envió más de cinco cartas a García Padilla durante el proceso de transición para pedirle una reunión acerca de la línea de crédito para el puerto.

Mayita Meléndez: “Cuando llega la carta que me cita entonces el gobernador Alejandro García Padilla en el 2013, me dice usted va fuera de la Junta porque usted es política. (...) Así que me sacan de la Junta, preparan entonces que el Gobierno central se iba a encargar de manejar el proyecto original del puerto de transbordo a pesar de todos los estudios que se habían hecho. (...) Yo salgo de la Junta y ellos crean la ley 156 y contratan a la firma Portek”.

Portek es una firma de Singapur que opera puertos a nivel internacional. Pero el Gobierno de Puerto Rico no adquirió sus servicios como operadora, sino como asesora de la Junta de la Autoridad del Puerto de Ponce. ¿El costo? Tres millones de dólares.

La empresa realizó un estudio de mercado con el fin de reevaluar la viabilidad del Puerto de Ponce. Lo presentaron al municipio y....

Mayita Meléndez: “Cuando terminan de presentarme el proyecto, yo me levanté a aplaudir. ¿Por qué? Porque ellos estuvieron tres años con tres millones de dólares y llegaron a la conclusión de que nuestros asesores Martin y Asociados de Estados Unidos nos habían dicho cuál era el desarrollo de negocio en la industria marítima, que ya el transbordo había cambiado, que la Ley Jones nos iba a afectar, estaba vigente, y que los costos operacionales en Puerto Rico iban a encarecer el proyecto. (...) ¿Por qué? Porque la operación para fines de transbordo, como te dije, van al sitio, al "parking" más barato. Por lo que, entonces, había que enfocarse en otro negocio”.

Archivo reportaje Efrén Arroyo: “Teniendo un calado más profundo que el de San Juan, el puerto doméstico de Ponce se dedica casi exclusivamente a transportar chatarra”.

Ya había pasado más de una década y la propuesta de un megapuerto de trasbordo en Ponce se había vuelto obsoleta. Los puertos de Kingston, en Jamaica; Freeport, en Bahamas; Caucedo, en República Dominicana, y Manzanillo, en Panamá, usaron ese tiempo para posicionarse como líderes en el trasbordo de carga en la región. La mano de obra en puertos como Caucedo, por ejemplo, es más económica que en Puerto Rico. En República Dominicana, los trabajadores del puerto podrían ganar 10 dólares por hora, pero aquí la base es 33 dólares, y con los beneficios marginales asciende a más de 60 dólares por hora.

Mayita Meléndez: “Del 2012 al 2018, la alcaldesa de Ponce no está en la Junta. Yo estuve afuera esos años. Y eso nadie lo dice y me echan la culpa a mí. (...) Cuando pierde Alejandro García Padilla y el partido Popular esto lo estaban convirtiendo en un balón político y nosotros no queríamos convertir esto en un balón político”.

En el 2018, el gobernador Ricardo Rosselló enmienda nuevamente la ley para devolverle el control de la Junta de Directores al Municipio de Ponce, mandato que continúa vigente.

Pese al cambio de ley, Rosselló no le asignó un presupuesto a la Autoridad del Puerto de las Américas.

Mayita Meléndez: “El presupuesto fue cero. Pero cómo nosotros íbamos a operar sin chavos”.

El Puerto de Ponce no tiene empleados. La entidad que tiene empleados es la Junta Administrativa del Muelle de Ponce. Para propósitos administrativos, las enmiendas seguidas a la ley solo provocaron que tanto la Autoridad del Puerto de las Américas como la Autoridad del Puerto de Ponce coexistan como corporaciones. Un enredo.

En cuanto a los integrantes de la Junta de Directores, ha habido dificultades con los nombramientos para las vacantes que deben ser ocupadas por un arquitecto y un economista residentes bonafide y domiciliados en Ponce.

Pero los problemas van más allá de eso...

David De Jesús Colón: “Entonces, ¿qué nos encontramos? Pues que luego de esa inversión tan grande de $269 millones, el puerto no era utilizado como un puerto de trasbordo, ni siquiera como puerto de tercera generación, que era una de las cosas principales, verdad, para dentro de la cadena distribución”.

David De Jesús es ayudante especial en la Oficina del Contralor. En el 2020, la agencia presentó un informe de auditoría de la Autoridad de Ponce que cubre un periodo de diez años, desde julio de 2008 a junio de 2018. Entre sus páginas, se cuestiona la mencionada falta de nombramientos y el despilfarro millonario de fondos públicos. 

David De Jesús Colón: “Sencillamente, nos encontramos que el puerto se había limitado su uso al recibo de cruceros. Y fíjate que en el huracán María para recibir el asunto de la de la carga de respuesta y recuperación de la isla. (...) Esa es realmente ahora mismo la función que ha tenido el puerto de Ponce, más allá de quizás recibir alguna que otra carga, pero no es lo que se quería”.

En la búsqueda de alternativas para darle uso, el puerto de Ponce llegó a recibir alrededor de 25 cruceros durante la incumbencia de Mayita Meléndez.

Para la exalcaldesa, el proyecto comprobó su utilidad en el 2017, luego del paso del huracán María. Por poco tiempo, el puerto recibió barcos con suministros. Sin embargo, el mismo huracán provocó daños a la estructura que todavía, más de tres años después, no se han arreglado.

Mayita Meléndez: “FEMA todavía no nos ha dado los chavos de las grúas, todavía. Lo único que nos aceptaron fue solamente la verja, nos dieron chavos para la verja, son 350 mil dólares para la verja del puerto, pero hay que arreglar las grúas, hay que arreglar muelles 1, 2 y 3, hay que arreglar los edificios. Pero FEMA ha tardado demasiado”.

El abandono, sin embargo, viene desde antes del huracán del 2017. Según la Oficina del Contralor, se compraron 10 grúas que no estaban en uso por deficiencias mecánicas, falta de certificaciones y mantenimiento, además de que no estaban conectadas a la energía eléctrica.

La Autoridad de Ponce invirtió $2.8 millones para la remodelación de un edificio para uso administrativo, pero cuando los auditores fueron, el edificio no era utilizado y las instalaciones estaban deterioradas. Un sistema de refrigeración para el manejo de la carga marítima, que costó $2.7 millones, estaba almacenado y sin uso. También se compraron propiedades por 19.4 millones de dólares para desarrollar un parque industrial, pero no se construyeron las estructuras planificadas. Y en una imagen que simboliza tanto de su destino… Los documentos de lo que iba a ser el megapuerto de Ponce estaban llenos de comején en una oficina.

David De Jesús Colón: “Estamos hablando que este es un proyecto que comenzó en el 2000, 15 años de un proceso de ese proyecto y aún no ha tenido la utilidad. No estamos achacando esto directamente a la alcaldesa, bajo ninguna circunstancia. De hecho, este informe no es un informe que se le envió a la alcaldesa porque no, no está directamente relacionado con ella. (...) Y es triste porque tenemos una inversión gigantesca allá en Ponce y no se está maximizando. No se está sacando lo que podríamos hacer con ese puerto”.

El fracaso del Puerto de Ponce tiene más de una interpretación. Desde el punto de vista fiscal, los millones de dólares prestados para el puerto tardarían años en reponerse, debido a los cambios en la industria y la fuerte competencia.  

Rolando Emmanuelli: “Las razones principales, verdad, primero esa lucha política entre los gobiernos populares y penepés, que en ambas instancias han estado muy influenciadas por los sectores de cabotaje”.

El licenciado Emmanuelli también sugiere que pudo haber abandono intencional por parte de militantes del Partido Nuevo Progresista, motivado por su visión de estatus.

Rolando Emmanuelli: “Detrás de todo esto había también una visión ideológica de parte del PNP de que el puerto abría unas puertas, verdad, valga la casi redundancia, al extranjero, a interrelacionar a Puerto Rico con el resto del planeta y la visión de Fortuño y la visión de Rosselló y de Mayita particularmente era que eso le hacía daño a su aspiración de que Puerto Rico fuera estado”.

Sin embargo, Meléndez no lo ve así…

Mayita Meléndez: “Pero lo que es estadidad... eso no, no tiene que ver, no tiene que ver. (...)  Hay autonomistas que creen que el puerto se convertiría en algo similar a Singapur, pero eso nunca ha ocurrido. Aquí hubo muchos sueños y se le vendieron sueños de 20 mil, 30 mil empleados. No, eso no era verdad. Eso no era verdad”.

Para Meléndez, el puerto tiene una fecha de prescripción.  

Mayita Meléndez: “Si el gobierno central no apoya el proyecto antes del 2023, el proyecto no va a salir. Y la reconstrucción va a tomar unos años”.

Con una nueva administración en Ponce y en el Gobierno de Puerto Rico, ¿qué va a pasar con el Puerto de Ponce? ¿En qué va a quedar lo que ya se hizo?

Un portavoz del alcalde entrante nos dijo que el doctor Luis Irizarry Pabón no haría expresiones por ahora, ya que alega que en la transición no le informaron nada del puerto. Durante su campaña, sí habló sobre utilizarlo para el desarrollo económico del sur.

Manuel Cidre: “Algo hay que desarrollar en el Puerto de Ponce. No podemos mantener las cosas como están porque no tiene valor”.

Manuel Cidre, por designación del gobernador Pedro Pierluisi, tiene a su cargo el Departamento de Desarrollo Económico y Comercio. Esto incluye la responsabilidad de copresidir la junta de la Autoridad del Puerto de Ponce. Cidre revela que al llegar a la agencia, no se topó con iniciativas en favor del puerto ni plan alguno.

Manuel Cidre: “Te confieso que no, no, no vi nada que te pudiera decir pues me comprometo a seguir lo que se está... las iniciativas y las voy a seguir”.

El designado secretario explica que un grupo de nombre Mac Group Global quiere desarrollar la finca aledaña al puerto como un área de valor añadido. Aunque el contrato se aprobó, existen discrepancias sin aclararse. 

Manuel Cidre: “Dicho eso, este proyecto tiene varias áreas donde por ejemplo una zona de libre comercio, esa es una de ellas, que en Puerto Rico no existe una zona de libre comercio como tal. Un área dedicada para compañías que quieran ensamblar con obviamente con la ventaja que tienen las zonas libres que tú ensamblas y devuelves al país de origen o a donde viene el producto y pasas de forma transparente. Tienen una exención permanente, que es lo que originalmente se había hablado desde el día número uno cuando el Puerto de Ponce se trajo a la mesa”.

Se cree que la actividad económica que hubiera generado el megapuerto hubiera podido salvar a Puerto Rico de la crisis que hoy enfrenta. Pero para eso, tenía que estar completado en el 2003. Algo que ya era absolutamente imposible cuando se comenzó la construcción en el 2005. 

Casi 20 años y más de 300 millones de dólares después, el Puerto de Ponce es un fantasma, un elefante blanco. Se estima que para hacerlo atractivo nuevamente, requeriría una inversión de entre 32 y 55 millones de dólares a corto plazo, y más de 200 millones a largo plazo.

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