No siempre vamos a tener experiencias fabulosas donde trabajemos. A veces podemos acabar mal con la empresa y no pasa nada pero debemos saber manejarlo con elegancia.











Bien. Para entender mejor este concepto os quiero contar lo que me encontré hace no mucho mientras daba una vuelta por LinkedIn y que me llamó muchísimo la atención pero no para bien precisamente.







Es normal que a veces algunas situaciones nos hagan enfadar mucho, nos superen y nos «calentemos» más de la cuenta, pero hay que saber frenar porque esos momentos de calentón son peligrosos y no nos aportan nada.







Pero no os cuento más por aquí y lo hago en el episodio que entre hablar y escribir ya sabéis lo que más me gusta 🙂







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¡Hasta mañana!