Uno puede adorar la forma del Señor que se encuentre en un templo, o uno puede ofrecerle al Señor oraciones devocionales de un modo impersonal en una mezquita o en una iglesia. Es seguro que uno se va a librar de las reacciones de los pecados, siempre y cuando tenga el gran cuidado de no cometer pecados deliberadamente, en espera de librarse de las reacciones de los pecados mediante los actos de adorar en el templo u ofrecer oraciones en la iglesia.