El Señor Brahmā tiene la gran responsabilidad de liberar a las almas condicionadas, y, por lo tanto, él es muy querido por el Señor. Además, Brahmā lleva a cabo su deber en forma muy perfecta, no solo al generar a las entidades vivientes, sino también al extender su partido para rescatar a las almas caídas. El partido se llama Brahma-sampradāya, y, naturalmente, hasta la fecha cualquier miembro de ese partido, se encuentra dedicado a rescatar a las almas caídas, para que vayan de vuelta a Dios, de vuelta al hogar.