Todo lo que existe es una emanación del Señor Supremo. De Su órgano genital se originan el agua, el semen, los órganos generativos, las lluvias y los procreadores. Existe necesidad de engendrar prole incluso en el mundo material, pero esa generación de niños deben llevarse a cabo con plena responsabilidad, en pos de valores espirituales y manteniendo la consciencia enfocada en el Señor Supremo.