Si uno desea la máxima perfección tiene que abandonar todas las clases de deseos sensuales manufacturados por la invención mental. Dichos deseos sensuales no se pueden evitar de un modo artificial. Pero si uno está dedicado al proceso de conciencia de Kṛṣṇa, entonces los deseos de los sentidos se apaciguan automáticamente, sin necesidad de esfuerzos adicionales.