Cuando el Señor describió Su específica situación trascendental, ello estaba dirigido únicamente a Uddhava, y, por lo tanto, Uddhava dijo particularmente mahyam («a mí»), aunque el gran sabio Maitreya también estaba sentado allí. Una situación trascendental de esa índole la entienden difícilmente aquellos cuya devoción está mezclada con conocimiento especulativo o actividades fruitivas.