Uno de los términos más reconocidos del estoicismo es el Amor Fati. 


Éste lo que viene a decir es que debemos abrazar tanto lo bueno como lo menos bueno del pasado, presente y futuro. No es conformarnos con lo que la vida nos entrega, sino que debemos crear y en consecuencia aceptar el resultado que vamos obteniendo. No esperes a un viento favorable para actuar, actúa y haz que el viento se convierta en favorable. 


Nadie está exento de un accidente, de una ruptura amorosa, de una lesión física, de una mala o buena racha. Todos pasamos por distintas circunstancias y según cómo las veamos, tendrán un significado u otro. 


Puedes tener un accidente y quedarte tetrapléjico, y una situación que a primera instancia puede resultar algo negativo, puede convertirse en algo positivo. En momento de crecimiento personal, de madurez, de encontrarse y un largo etcétera.  


Igual también puedes perder un avión y que se vea perjudicado todo el viaje porqué debes de coger otro medio de transporte que retrasa la llegada y todo lo previsto; pero nunca sabes si gracias a ese retraso podemos evitar un accidente o un mal mayor que la perdida del avión.


Con esto quiero decir que todo pasa por algo. Quizá en el presente no encontramos un significado lógico, pero sé que en algún momento acaba apareciendo. 


La adversidad también puede convertirse en tu mayor bendición. Tú escoges como ver todo lo que sucede en el día a día. 


La vida no se trata de buena o mala suerte, sino de aceptar, amar y continuar creando.