Mientras que las personas comunes se ven más atraídas a los influencers y los profesionales de la salud se aferran a lo que constituye una práctica evidenciada, creo que es importante recordar que la evidencia no lo es todo. Primero, quien recopila o auspicia la evidencia o tiene un interés comercial o tiene algún tipo de privilegio en la mayoría de los casos. Los resultados de una investigación no son un descubrimiento libre de prejuicio, sino influído por la hipótesis inicial de la persona que conduce o propulsa la investigación con el deseo que apoye su perspectiva. Adicionalmente, las cuerpas y los cuerpos de personas oprimidas han sido objetos de experimentación con el propósito de beneficiar los intereses del opresor. Es por esto que debemos poder leer estudios con pinzas, saber quien conduce y quien auspicia la investigación, y saber que la evidencia puede informar una práctica, igual que la opinión del proveedor (tú) y las necesidades de la persona recibiendo servicios. Escucha, y no creas todo lo que lees, cree en la humanidad.