En este programa analizamos qué cambios tiene la nueva versión que salió esta semana, del borrador de ley para la Junta de Control Fiscal para Puerto Rico (ley Promesa, HR 5278, del representante Sean Duffry). Le dedicamos especial atención a la importancia (o poca importancia) que se les da a los fondos de pensiones.



Para ello, aclaramos que un 'déficit actuarial' de 40 billones no es comparable con una deuda de bonos, en el sentido de que, financieramente, son dos conceptos distintos. Una deuda de bonos surge porque el gobierno tomó un dinero prestado para hacer algo (construir un tren urbano, por ejemplo). Sin embargo, un déficit actuarial surge porque un matemático (un actuario) hace unas proyecciones de cuántos empleados tendrá una cierta agencia en los próximos 30 años, y además hace una proyección de cuánto rendirán las inversiones del fondo en los próximos 30 años.



Si, tras estas proyecciones, surge que, al presente, no hay dinero suficiente en el fondo para pagar a todos los empleados que se proyecta estarán retirados en el futuro, entonces, se dice que hay un "déficit actuarial". Como se ve, se trata de un concepto financiero distinto de una deuda adquirida. Los dos son problemas que hay que atender, dinero que hay que conseguir, pero sus grados de certeza son muy distintos, y no pueden ser mezclados, en un mismo lugar a la hora de hacer una estrategia financiera.