La cerveza parece que va con todo. Por lo menos, no hay nadie pendiente de criticar la combinación. Los vinos tienen su truco, pero no hay que tenerles miedo. A fin de cuentas, cada uno tiene su gusto y en cuestión de gustos no hay reglas fijas, es tu opinión y ya. Pero, como este blog se trata de aprender más para disfrutar mejor, pues vamos a ir un poco más profundo.

El maridaje es casar (parear o emparejar) el vino con la comida apropiada. La idea es realzar y complementar el sabor de la comida. La primera regla del maridaje es: “Vino tinto con carnes y el blanco con pescado”. Esto es un cliché que se ha ido desmintiendo. Hay muchas cepas de uvas, muchos tipos de pescados y muchas formas de cocinarlos. Hay vinos tintos que saben muy parecido a los blancos. La realidad no es tan simple como para abarcarla con un estribillo.

Yo hice el experimento de probar pescado con vino tinto. La primera nota: el vino tinto le saca un sabor raro al pescado, parecido al de aceite de hígado de bacalao. Comprobé de primera mano que algo tiene de cierto esa regla básica. Esto pasa porque los aceites del pescado se pegan a las papilas gustativas. Luego, comparando notas con un amigo, repetimos el experimento, pero esta vez no pasó lo mismo. El pescado supo muy bien con aquel vino. ¿Qué habría distinto, el pescado o el vino?

Buscamos más allá y encontramos que hay vinos tintos que tienen sabor de blancos. Entre ellos el Beaujolais, el Pinot Noir, el Garnacha y el Valpolicella. En el caso que acabo de contar, el Beaujolais que teníamos iba muy bien con aquel pescado. El Rioja que usé en el primer experimento tiene un sabor más fuerte y va mejor con carnes.

Los vinos se identifican por las regiones donde se producen o por el tipo de uvas que se usan en su elaboración. El Beaujolais es un vino francés de la región de Borgoña y se hace de uvas Gamay. El Valpolicella es un vino italiano que se hace con una mezcla de uvas Corvina, Rondinella y Molinara. Pinot Noir, Garnacha y Tempranillo son tipos de uvas que usan en varios sitios para hacer vino.

Un truco es que la silueta de la botella puede ayudar a identificar los vinos tintos que saben a blanco. Las botellas de vino tinto suelen tener los hombros en ángulo recto y bien definidos. Las botellas de vino blanco tienen una curvatura suave. Las botellas de Beaujolais, Pinot Noir, Garnacha y Valpolicella también vienen con una curvatura suave como la de los vinos blancos.