No muere quien se va, sino quien se olvida. El catalán será un recuerdo  muy vivo en Martiricos, aunque el Málaga no le pudo rendir en el  resultado el homenaje que se merece. No pudo ser por ti, Arnau. Rober  Ibáñez destruyó en los últimos compases el muro que construyó Juan  Soriano (1-0) en su mejor partido de blanquiazul para que, de esta  manera, los de Pellicer acumulen 2 puntos de los últimos 21 posibles.


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