Si se tuviera que poner nombre y apellido a un ejemplo de superación y de constancia para el mundo sería al de la patinadora Natalia Baldizzone. Con tan solo 19 años de edad y gracias a todo su trabajo la malagueña se proclamó campeona del mundo sénior de Solo Danza. Un éxito que dedica a su madre y que ni ella misma se esperaba. Así lo ha contado ante Radio Marca Málaga. “Nunca se puede dejar de luchar por lo que uno quiere. Todas las cosas se pueden conseguir. Yo lo que he conseguido no me lo esperaba tan pronto. Cuando sueñas con algo es muy importante seguir luchando, todo ocurre en esta vida y hay que hacerlo con el corazón siempre. El logro se lo dedico y se lo debo a mi madre. Ella ha confiado en mí. Ha apostado todo por mi y se lo debo todo a ella”.


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