Padre bueno, es tiempo de estar contigo, tu paz inunda mi alma y mi corazón, que te pertenece.

Añoro estar ante tu presencia para deshacerme de cualquier inquietud o desasosiego que pueda tener ya al final de la jornada.

Que tu bendición me cubra a cada instante, renovando en mí tu gracia, para que te sea fiel mientras camino por esta vida.

Consuela a todos los que afligidos y preocupados que te dirigen incesantemente sus ruegos; escúchalos y concédeles ayuda en sus necesidades.

Que María Milagrosa en esta noche, me ayude a sentirme seguro en sus brazos maternales.

Amén