Padre bueno y lleno de amor, la noche termina, el cielo se aclara, anuncia un nuevo día y yo, lleno de esperanza, me acerco hasta ti para darte gracias por todo tu amor y bondad.

Pongo este día sábado en tus manos. Por favor protege mi vida y la vida de mi familia, acompáñanos a lo largo de esta jornada, danos sabiduría, entendimiento y fortaleza, aumenta nuestra fe, la esperanza y el amor.

Sé también nuestro escudo y nuestro protector, te suplico que nos libres de las injusticias, del enemigo malvado y de la desesperanza.

Madre Santísima María, confío en ti, porque tú conoces mi historia y sabes mejor que nadie lo que me conviene. Por eso te pido que tomes el control de mi vida, me lleves por caminos seguros y me abraces con tu amor.

Amén