Padre bueno, tú conoces mi fragilidad, te pido que derrames sobre mi todo tu amor, toda tu fuerza y tu Espíritu para iniciar esta semana con mucha alegría.

Dame la capacidad de creer y de confiar cada vez más en tu poder, porque sabes que hay días en los que amanezco con tristeza y temor.

Son momentos en los que mi condición humana se hace notar y no me veo capaz de solucionar los problemas que pueda enfrentar.

Santísima Virgen María Milagrosa, te suplico que me llenes de fuerza y paz en el corazón, para caminar juntos en el seguimiento de Jesús

Amén