Los tres evangelios presentan la tentación tras el bautismo. Ambos fueron eventos muy significativos en el ministerio del Señor ya que lo primero que nos informa Lucas es que fue lleno del Espíritu. Recuerden que el Espíritu descendió sobre él cuando fue bautizado. Se nos dice que tras el bautismo fue llevado por el Espíritu al desierto. Esto puede ser interpretado de modo similar a lo ocurrido con Felipe tras la predicación al Etiope (Hch.8:39) pero al considerar lo afirmado por Marcos bien podemos decir que el Espíritu lo guió hacia el desierto (Mr. 1:13). Lo que Lucas deseaba expresar fue que a partir del Bautismo Jesús estaba bajo el control del Espíritu.