Biblia es una palabra de origen griego (el plural de biblion, “papiro para escribir” y también “libro”) y significa literalmente “los  Libros”. Del griego, ese término pasó al latín, y a través de él a las lenguas occidentales, no ya como nombre plural, si no como singular femenino: la Biblia, es decir, el Libro por excelencia. Con este término se designa ahora a la colección de escritos reconocidos como Sagrados por el pueblo judío y por la iglesia cristiana. A primera vista, la palabra “testamento” se presenta a un equívoco, porque no se ve muy bien en qué sentido pueda explicarse a la Biblia. Sin embargo, la dificultad se aclara si se tiene en cuenta la vinculación de la palabra latina testamentum con el hebreo berit, “pacto” o “Alianza”.