Este verano parece que la gran protagonista de nuestras playas es la carabela portuguesa. Tanto esta especie como sus primas las medusas deben ser tratadas con agua salada después de extraer los restos de tentáculos pegados que nos puedan quedar en la piel. Y  aplicar cremas con corticoides o antihistamínicos para mitigar el picor y rebajar la inflamación. El farmacéutico Diego Sarasketa, que es también divulgador científico, nos ha advertido que lo peor que podemos hacer es rascarnos las heridas. Y cuidado con los "consejos de la abuela": Nada de echar orina ni amoníaco en la herida.A cada bicho, su tratamiento
Al contrario que con las medusas, las picaduras de los tan temidos salvarios se deben tratar con agua dulce caliente. Se trata de meter el pie afectado en un cubo con agua caliente después de haber extraído el aguijón. Porque la toxina de este pez se desactiva con el calor. En cuanto a los insectos, destacan las picaduras de abejas y avispas. Siempre extraer el aguijón con unas pinzas y aplicar hielo para rebajar la inflamación. Como Curiosidad, Sarasketa nos ha comentado que la avispa asiática es tan grande y da tanto miedo que la vemos mejor y estamos más atentos. Y por lo tanto, nos pica menos.