Si este mismo lunes estuvimos analizando lo que suponen los cuellos de botella a la hora de trabajar en equipo hoy os lo voy a mostrar con un caso real: cuando yo he sido cuello de botella del equipo.











Hace poco me pidieron que ordenara y gestionara un proyecto muy ambicioso pero con demasiada gente interviniendo y que no avanzaba a la velocidad necesaria.







Entrar en un proyecto ya empezado y caótico no es fácil y requiere de tiempo para entenderlo y empezar a ordenarlo. Y hasta que lo pude hacer yo era el cuello de botella porque hasta que pudiera fluir el proyecto todo pasaba por mi y todos necesitaban cosas de mi.







Así que con este contexto ya claro os voy a contar cómo he hecho para dejar de ser cuanto antes el cuello de botella del equipo para ser todo lo contrario, quien facilite los cuellos de botella que se produzcan después.







Os lo cuento en el episodio de hoy.







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