¿Has probado a hacer alguna vez exactamente lo contrario de lo que habrías hecho en una situación normal? Te recomiendo que lo pruebes y veas los resultados.







Y es que vivimos cohibidos por lo que puedan pensar de nosotros o las consecuencias que puedan tener determinadas acciones en nuestra empresa.







Y por eso hoy quiero demostraros como, a veces (y solo a veces), decir lo contrario a lo que «instintivamente» haríamos es una buena manera de conseguir mejores resultados.











Hacer lo contrario sin convertirnos en kamikaces







Es un ejercicio que recomiendo a todo el mundo pero con cabeza.







En la ficción, como aquella que os cuento en el episodio y que me ha servido de inspiración para este tema, todo es posible.







Pero en la realidad tenemos que saber medir. Y una buena forma de hacerlo es hacer exactamente lo contrario solo cuando lo que vamos a hacer, que en otras circunstancias no nos atreveríamos, aporta realmente valor o al menos no daña a nadie.







Yo lo he hecho muchas veces a lo largo de mi vida. Es más, trato de hacerlo casi a diario porque me he dado cuenta que es una forma de ser más natural y sincero pero todo tiene un límite. Y mi límite es no romper relaciones o hacer daño emocional a nadie.







Así que si queréis saber más sobre este tema os invito a escuchar el episodio de hoy.







Muchas gracias por estar ahí y por vuestras valoraciones de 5 estrellas en iTunes y vuestros me gusta y comentarios en ivoox.¡Hasta mañana!