Hoy vamos a hablar de por qué trabajar bajo presión es capaz de aumentar nuestro rendimiento en el trabajo.

Habitualmente la presión en el trabajo está mal vista porque la asociamos a trabajar demasiado o a presionar mucho a una persona para que haga algo más rápido pero realmente la presión, en su justa medida, no es mala sino que es un potenciador de nuestro rendimiento. Si os preguntara uno a uno seguro que todos habéis tenido en algún momento que hacer algo con mucha presión del tiempo porque teníais que entregar un proyecto a un cliente o a un profesor en la universidad y lo que parecía imposible finalmente  lo habéis conseguido.

Bien, pues este tipo de presión positiva que nos hace darlo todo por conseguirlo para no pagar las consecuencias de no hacerlo es una forma de «motivación» que bien canalizada y controlada podemos usar a nuestro favor para empujar en nuestro trabajo o nuestros objetivos.

Como comentamos en el episodio de hoy, podemos trabajar bajo presión de otros o de nosotros mismos. Yo soy partidario de tener tal compromiso con cualquier cosa que haga que no necesite la presión externa que me ejerzan otras personas para conseguir lo que quiero, por eso trabajo mucho la auto-presión. Pero para ello es necesario tener un compromiso real con lo que hacemos y mucha fuerza de voluntad. Sin ambas cosas será imposible ejercer sobre nosotros mismos la presión necesaria para empujar cada día por lo que queremos.

Os invito a que escuchéis el podcast de hoy y reflexionéis conmigo sobre el tema.

Muchas gracias un días más por estar ahí y ya sabéis que si os ha gustado, os estaré eternamente agradecido por vuestras valoraciones de 5 estrellas en iTunes y vuestros me gusta y comentarios en ivoox.

¡Hasta mañana!