Si alguna vez has utilizado un CRM y has automatizado algunos procesos ya conoces sus ventajas pero mucho cuidado con automatizar las relaciones con clientes, compañeros u otras personas porque nos puede salir mal, muy mal.

Pero antes de pasar a comentaros el tema recordad que en pantaloni.es tenéis todos los cursos de management y habilidades profesionales necesarias que no se enseña en la universidad pero que son fundamentales para cualquiera que quiera destacar en el mundo laboral.

Dos automatizaciones, dos malos resultados

Antes de nada para quienes no sepáis que es un CRM, es una herramienta que nos permite gestionar la relación con nuestros clientes (Customer Relationship Manager de sus siglas en inglés). O lo que es lo mismo, almacenar los datos más relevantes de los mismos y poder anotar todo lo que se nos antoje sobre nuestra relación con ellos.

Son utilizados muy habitualmente en la parte de venta para saber cómo va una negociación pero hay miles de casos donde podemos hacer uso de ellos.

Son herramientas fantásticas y necesarias cuando empezamos a crecer y una hoja de cálculo no es suficiente.

Y si a esto le sumamos otras herramientas de automatización podemos hacer maravillas para ahorrarnos mucho tiempo.

Pero todo súper-poder conlleva una gran responsabilidad y mal utilizadas pueden traernos muchos problemas.

Y sobre eso vamos a hablar en el episodio de hoy. Lo haremos a través de dos pequeñas experiencias que he tenido últimamente y donde he sido víctima de malas automatizaciones de CRM de las personas o empresas con las que interactuaba.

El resultado: empeoramiento grande de las relaciones. Todo lo contrario que buscaba, me imagino, la otra parte.

Así que vamos con el episodio de hoy.

Yo mientras tanto sigo con el de mañana.

Muchas gracias por estar ahí y por vuestras valoraciones de 5 estrellas en iTunes y vuestros me gusta y comentarios en ivoox.

¡Hasta mañana!