Hoy quiero compartir la historia que me ha hecho llegar un oyente del podcast sobre su caso de insatisfacción laboral y comentar la situación y una posible solución.

Y es que el caso de hoy no es aislado, es algo que no paro de escuchar semana tras semana. Encontrar el trabajo ideal no es fácil y muchas veces nos encontramos en situaciones como la que veremos hoy. Por eso quería traeros esta historia porque tarde o temprano podéis encontraros en esta situación.

Así que os dejo directamente con el email que recibí hace unas semanas.

Caso de insatisfacción laboral

Buenos días Mattia,

En primer lugar, darte la enhorabuena por tu podcast y tu contenido en internet, soy un fiel seguidor desde hace bastante tiempo y no me pierdo ninguno de tus episodios.

Me llamo César y el motivo de ponerme en contacto contigo es contarte mi experiencia en un puesto en el que he entrado a trabajar hace 1 año y explicarte la situación personal.

En septiembre de 2017 me incorpore a esta empresa del sector de la automoción.

Me incorporo para ser el responsable de procesos de fabricación, mi objetivo es definir los procesos de fabricación (diseño de herramientas y utillajes) para realizar la producción en el menor tiempo posible. El trabajo me atrae mucho porque es la primera vez que entro como encargado/responsable en una empresa y esto va a suponer un salto en mi carrera profesional.

Los problemas empiezan al tiempo de empezar a trabajar. Entro ilusionado y como a todos en nuestro nuevo puesto todo es nuevo y todos queremos aprender de todo y poder aportar el máximo valor.

Empiezo a trabajar en otro puesto que no es el asignado, a realizar un trabajo que es el que venía realizando en otras empresas, por la necesidad de la empresa y la carencia de personal para ese puesto. La empresa ve que me desenvuelvo bien en dicho puesto y sigo trabajando en ese puesto un tiempo (formándome) para después pasar a realizar mi trabajo.

El problema viene cuando la empresa por el volumen de trabajo que tiene y por las urgencias que tienen los clientes, empiezan con una presión muy alta sobre mi a 2-3 semanas de empezar a trabajar. Esta presión se convierte en trabajar de lunes a viernes de 6:00 a 21:00 incluso días de quedarme hasta las 2 de la mañana, para después los sábados también ir a trabajar. Así durante muchos meses.

Por ser un grupo de nueva creación han cogido muchos proyectos (algo muy positivo) pero que genera presión en todos los departamentos, y yo como responsable de procesos tengo que definir esos procesos los sábados en mi casa o los domingos, porque los días laborables me las paso en otro puesto que no es para el que he sido contratado.

Aguanto así una temporada pensando que la cosa se calmara. En diciembre y aprovechando que no me tome las vacaciones que me correspondían aproveche para hablar con gerencia y transmitirle mi descontento por no estar realizando las labores que tendría que estar haciendo. La respuesta fue que ya lo sabía… que era cuestión de tiempo…. Que todo se calmara….

Así pasaron los meses y siguieron entrando mas proyectos, mas presión, cambio de prioridades cada día, un día estas dejándote la vida por una cosa, y al día siguiente estas 14 horas con otra y dejando lo de ayer de lado porque ya no es tan urgente.

Así sigue pasando el tiempo y vuelvo a reunirme con gerencia para transmitirle el mismo descontento, las respuestas son exactamente las mismas.

A día de hoy, la situación es exactamente la misma, siguen entrando proyectos, trabajos que siempre corren prisa y sigo sin estar en mi puesto como debería. La situación personal y de mi puesto ya no se sostiene y la opción mas viable ahora mismo para mi es marcharme.

A lo largo de este año se han marchado de la empresa alrededor de 5-6 personas con cargos importantes (directores de producción, metrólogos, jefes de proyectos) viendo la desorganización y el descontrol.