Esta es una película clave en muchos sentidos. Es una de las primeras fuentes del retrato generacional post-60, de aquellos que por razones públicas o privadas no obtuvieron la emancipación prometida, y si la obtuvieron fue decepcionante. Es la película que perfiló como protagónico a la estrella llamada Jack Nicholson, quien proyectó a este perro rabioso y fugitivo a lo largo toda la década. Legado que no ha podido superar hasta hoy. Es también la denuncia del vaciamiento de los discursos y los ideales de los años anteriores, entre otras cosas más. De esto hablamos en el podcast.