Hay una parte de la obra de David Simon que está volcada a la ciudad, ya sea que esta se llame Baltimore, New Orleans, Yonkers o Nueva York. Respecto de la última, su naturaleza inabordable lo llevó a centrarse (con su socio Pelecanos) en un barrio particular en un lapso que va desde comienzos de los 70 a mediados de los 80, para hablar de la prostitución y el porno, pero también de las condiciones que hicieron florecer esos negocios en ese lugar y que después cambiaron para barrerlo todo. Este gran fresco es también el requiem de un largo mayo del 68 que fue aplastado por el Sida y el desarrollo inmobiliario, el que transformó ese barrio hasta volverlo irreconocible. De esto y más hablamos en el podcast.