Hicimos este podcast porque vimos en Baby Driver una cinta de gratificación instantánea, destinada a ser vista y revista por quienes valoran una historia simple –casi de fábula–, virtuosismo visual y una sincronización perfecta con la música. Diegética en su mayoría, lo que aumenta el mérito. Parada en al menos tres géneros al mismo tiempo, esta cinta del brazo operativo de Simon Pegg y Nick Frost, se desliza con la ligereza de una pluma pero con emociones bien moduladas, como una estupenda coreografía.