Vidura se sobrecogió de éxtasis de amor cuando entendió que Śrī Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, pensó en él en el último momento. Si bien él se consideraba insignificante, el Señor lo recordó, por Su misericordia sin causa. Vidura aceptó eso como un gran favor, y por ello lloró. Ese llanto es el nivel más avanzado en el sendero progresivo del servicio devocional.