Aquel que es iniciado así en la sucesión discipular, puede obtener el mismo resultado o poder de creación. El canto de ese sagrado mantra es el único refugio del devoto del Señor que es puro y desinteresado. Simplemente mediante ese tapasya, o penitencia, el devoto del Señor obtiene todas las perfecciones tal como el Señor Brahmā.