Las entidades vivientes de todas partes de los universos están disfrutando los efectos de los respectivos resultados fruitivos de sus propias acciones, vida tras vida. De entre todas ellas, puede que algunas reciban la influencia de la relación con devotos puros, y reciban de este modo la oportunidad de ejecutar servicio devocional por el hecho de obtener un sabor. Ese sabor es la semilla del servicio devocional, y a aquel que es lo suficientemente afortunado como para haber recibido dicha semilla, se le aconseja que la siembre en lo más íntimo de su corazón.