Vidura era un sincero bienqueriente de Dhṛtarāṣṭra, y pensaba en él en lo recóndito de su corazón. Lamentó que Dhṛtarāṣṭra hubiera sido capaz de rebelarse en contra de los hijos de su difunto hermano Pāṇḍu, y de echarlo a él (a Vidura) de su propia casa, por orden de sus perversos hijos. A pesar de estas acciones, Vidura nunca se volvió enemigo de Dhṛtarāṣṭra, sino que continuó siendo su bienqueriente; y en la última etapa de la vida de Dhṛtarāṣṭra, fue únicamente Vidura quien demostró ser su verdadero amigo. Así es el comportamiento de un vaiṣṇava como Vidura: desea todo lo auspicioso, incluso para los enemigos.