La nube es una creación del Sol, más, sin embargo, cubre de hecho los ojos de un modo tal, que uno no puede ver el Sol. El Sol no puede ser cubierto por las nubes. La nube puede a lo sumo extenderse en el cielo por unos cuantos cientos de kilómetros, pero el Sol es mucho más grande que millones de kilómetros. Una de las diversas energías de la Suprema Personalidad de Dios no puede, desde luego, cubrir al Señor.