“Las investigaciones científicas han aportado evidencias de cómo una educación emocional tiene efectos en desarrollar las competencias sociales y emocionales, climas emocionales favorables a la convivencia, al aprendizaje, al bienestar; disminuir los índices de ansiedad, estrés, depresión, consumo de drogas, comportamiento de riesgo, violencia e, incluso, una mejora del 11% en el rendimiento académico”. ¿Por qué, entonces, no se profundiza en esta área en las escuelas y colegios? Rafael Bisquerra, experto en educación emocional, considera que los informes PISA (Programme for International Student Assessment) obtendrían mejores resultados si se hiciera hincapié en la inteligencia emocional, competencias emocionales y gestión de las emociones de los estudiantes.

Rafael Bisquerra es licenciado en Pedagogía y Psicología, doctor en Ciencias de la Educación y presidente de la Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar (RIEEB). Catedrático de Orientación Psicopedagógica, Bisquerra dirige el Postgrado en Educación Emocional y Bienestar y el Postgrado en Inteligencia Emocional en las Organizaciones de la Universidad de Barcelona y lleva más de tres décadas investigando el mundo de las emociones, que ha plasmado en libros como ‘Educación emocional y bienestar’, ‘Prevención del acoso escolar con educación emocional’, ‘La inteligencia emocional en la educación’ o ‘Competencias emocionales para un cambio de paradigma en educación’, entre otros. Es el creador del primer “diccionario de emociones”, para nombrar y aprender a gestionar los fenómenos afectivos desde la infancia.