En una sociedad con “tecnoestrés” e “hiperiluminada” hemos olvidado un aspecto clave en la salud física y mental: el descanso nocturno. Jana Fernández, Máster en Fisiología del Sueño y autora del libro ‘Aprende a descansar’ y de podcasts sobre bienestar y descanso, señala la importancia de dormir suficientes horas y en condiciones adecuadas. La higiene del sueño sería un aspecto más del autocuidado, como la adecuada alimentación y practicar deporte. La falta de sueño afecta a las capacidades cognitivas de niños, adolescentes y adultos, porque está implicado en funciones como aprender, asimilar y recordar.

“Dormir es una función fisiológica esencial. Durante el sueño se produce todo un proceso de limpieza de nuestro cerebro. Es cuando consolidamos la memoria y el aprendizaje y se equilibra nuestro sistema nervioso, por ejemplo, para tener una buena salud mental. Por la noche crecemos y se regeneran los tejidos, porque es el momento en el que segregamos mayor cantidad de hormona de crecimiento y se fortalece la respuesta inmune del organismo”. Sin embargo, advierte la autora, nos hemos acostumbrado a vivir entre pantallas de luz azul bajo luz artificial, a un ritmo frenético que le resta horas al descanso, confiando en el viejo mito de recuperar el sueño perdido durante el fin de semana.