En la madrugada del día de San Valentín de 2011. Alfonso Triguero y su mujer Rosa, duermen plácidamente en su habitación de su casa de Logrosán, Cáceres. Su hijo José Carlos duerme en el cuarto de al lado. Pasadas las 3:00 am se oye un estruendo. El empresario recibe un disparo en el costado que será mortal.