El doctor Alí Misael Acosta, internista de la Universidad de Los Andes, dio recomendaciones sobre la prevención y el tratamiento del «mal de páramo» o «mal de altura» afección que sufren muchos turistas al llegar a Mérida.


Acosta indicó que cuando se llega a más de 2500 mts por encima del nivel del mar, se pueden sentir síntomas variables tras ese cambio de presión que viene con la altura, especialmente para quienes van a la zona muy esporádicamente.


Recomendó que ese ascenso se haga de forma progresiva para evitar el «mal de páramo», insistiendo en que de esta forma suele ser más agradable y es parte del secreto del turismo merideño.


Además, recordó que se debe tomar mucha agua para ayudar al cuerpo a acoplarse al nuevo clima.


«Está más asociado a los niños, quienes pueden sufrir más por este cambio. En los adultos hay mejor adaptación a los cambios de presión. Las personas mayores o con afecciones pulmonares, también pueden sufrir de esto» añadió.


El internista destacó que lo que más genera problemas es la capacidad de las personas a adaptarse a una menor cantidad de oxígeno.


Resaltó que los síntomas pueden empezar con dolor de cabeza, mareos, dificultad para respirar, náuseas y visión borrosa, sin embargo, señaló que el «mal de páramo» sólo se diagnostica por los síntomas.