Hoy, por culpa de los politiqueros, ningún niño quiere ser Presidente cuando grande. La política como profesión ha perdido su dignidad y vemos cómo algunos partidos han hecho de los avales, un negocio redondo donde se transan como títulos valores y no importan las propuestas de los buenos ni los antecedentes casi criminales de los corruptos. Pero los precandidatos tienen una oportunidad en estas elecciones para no avalar aspirantes al Concejo que hayan demostrado su sistemático borreguismo al servicio de las administraciones tiranas. Episodio homónimo de mi columna en vanguardia.com



---

Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/vsolano/message