Ni champán ni confeti. El golazo para enmarcar de Lucas Ahijado decantó el resultado final (1-0) de una fiesta -la de la permanencia matemática- que el Málaga se quedó sin celebrar. El encuentro apenas tuvo trascendencia en lo futbolístico y significa mucho en la clasificación: hasta cinco equipos se quedan con 50 puntos y los costasoleños se quedan últimos en este pentágono particular por el diferencial de dianas.


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