El mérito propio no sirvió y tampoco fue necesario. Los resultados de Sanse y Amorebieta dieron la permanencia matemática al Málaga CF sin necesidad de ganar. No obstante, el partido ante el Burgos supuso un broche a la temporada de un equipo pequeño que fueron salvados por el Huesca. No por la afición, que como siempre estuvo fantástica, sino por la ausencia de juego. En el minuto 40, el equipo visitante se adelantó a través de Miguel Rubio. El resto del partido forma parte, una vez más, de la insípida historia de este curso 21/22.