Ipurúa practicó la danza de la lluvia y los del Málaga acabaron salvados frente al Eibar (2-2) del surrealista naufragio de dos minutos.  Reparto de puntos entre vascos y andaluces con una frenética montaña  rusa de emociones sobre la bocina en la que ambos fueron a por la  victoria. Brandon Thomas salvó los muebles gracias a la revolución de Hicham para sacar una media sonrisa lejos de casa. Y eso que el devenir arbitral tuvo mucho que ver… y contra la corriente blanquiazul para variar.