Jugar la final de una competición europea siempre implica que llevarse el triunfo será complicado. Si además es la primera vez que te dispones a levantar el trofeo en toda tu historia, sabes que el nivel de dificultad será alto. Todo ello evidentemente debe ir relacionado con lo deportivo. Lo que no esperas es que todo lo extradeportivo sea una auténtica aventura que ríete de La Odisea de Homero. Desde una pista sucia hasta la ausencia de la bandera española en la final pasando por un hotel de los años 20 del siglo pasado, a todo ello ha tenido que sobrevivir el Rincón Fertilidad de Málaga.


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