Enero abre la puerta de un mercado más contemplativo. Una ventana invernal más tranquila, sin tanta prisa en las oficinas blanquiazules, pero la dirección deportiva no para de hacer orbitar la señal de su radar. El plan final de la Cueva es perfeccionar y ultimar las zonas más diezmadas de la actual plantilla. Con altas y bajas. Hasta el final.