Con varios epígrafes, de menos a más y lo que es crucial: dando la  sensación de que este Málaga también sabe jugar fuera de casa. Los de  José Alberto impusieron un manual de resistencia que culminó con el  empate sin goles frente al Huesca. Supo sufrir, igualar fuerzas e  incluso efectuar méritos para merecer mucho más en el marcador. Sigue  sin ganar a domicilio, pero ya son dos choques consecutivos lejos de La  Rosaleda sin irse con las manos vacías.


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