Un minuto de reloj, ni más ni menos. Eso fue lo que tardó el Málaga en pasar de la risa al llanto, de casi celebrar el 0-1 a recibir el mazazo del 1-0. Victoria balsámica del Fuenlabrada en el duelo vital de la jornada 32 en LaLiga SmartBank a expensas del deseo blanquiazul en un partido que dominó con clarividencia en muchas fases y resistiendo el recital de agresividad al límite y faltas como churros de Casa Aranda por parte de los madrileños. No ha sido el mejor regalo para los padres, madres paternas malaguistas y héroes que presenciaron la barbarie en directo.