Juanma Rubio está contento porque han ganado Los Ángeles, pero otros, no los Lakers. Aunque este año, para una alegría que llega, palante con ella. La NBA se aparta cuando la NFL lo pide, no como la FIBA. Ver la Super Bowl, vale; ver al San Pablo Burgos en la final de la Intercontinental, ya si eso. Resumiendo lo ocurrido con Los Ángeles Rams para hacer un paralelismo con la NBA, fichar a los buenos te lleva a ganar un anillo. Fuera draft, fuera tanking, fuera “es que la química de equipo...” de forma prolongada o solo por ver qué sale, sin plan estructural.


Pinta bien la cosa con Doncic, Levert, Haliburton y Derrick White, pero regular con el juego interior de Dallas Mavericks, Buddy Hield, la defensa de Atlanta Hawks y las reconstrucciones de Portland Trail Blazers. Chris Paul no debería necesitar ganar la NBA para legitimar su carrera, pero sí ayudaría para acceder sin ningún tipo de dudas al primer escalafón en la historia de la liga de baloncesto estadounidense.