Los partidos políticos una vez más me dan la razón. Todos sabemos que el ser humano sin agua no puede vivir. El pueblo tiene sed, y ellos lo que nos ofrecen para saciarnos es ácido o cloro. De hecho, no se te ocurra tomar ácido o cloro porque te puedes morir. Pero vamos a la yuca. Teniendo los partidos la gran oportunidad de limpiar la casa para recuperar la confianza del pueblo, insisten en brindarnos lo peor de ellos. Y las personas que se venden como agentes de cambio, ponen las condiciones para asegurarse de que ciertamente tengamos lo peor. Hoy Pedro Pierluisi se convirtió en Pipo Pilatos. Le echó los 20 al directorio del Partido Nuevo Progresista de que aprobaron que Edwin Pagán Bonilla aspire a primarias por el distrito 7 de Humacao. El elemento en cuestión ha sido ofensor sexual contra menores. ¿Cómo me va a decir el Presidente del Partido Nuevo Progresista que es un asunto de que el pueblo decida? Para mi eso es una justificación a lo injustificable. ¿Por qué el Partido Nuevo Progresista permite que corran gente con cuestionamientos de credibilidad, éticos y morales como Edwin Pagán Bonilla? ¿O José Luis Rivera Guerra? Y en el Partido Popular tremendos nombres siempre merodeando. Como Aníbal Acevedo Vilá, o Edgardo Arlequín. Si me dejo llevar por lo que permiten los partidos, yo quisiera entonces que Junior Cápsula fuera gobernador de Puerto Rico. Lydia Echevarría que sea la directora del Departamento de Cultura. Rolando Crespo director de AMSCAA. Pablo Casellas Procurador de la Mujer. Piculín Ortiz Secretario de Agricultura. Así de ridículo se escuchan los partidos políticos cuando postulan a personas a los que se les ha señalado con serios cuestionamientos éticos y sociales. Porque así vamos a hacer un Puerto Rico mejor. Postulando a criminales.