Los servicios a la ciudadanía que no se dan como se tendrían que dar, los nuevos líderes que se proyectan como gente de la farándula, los supuestos líderes políticos que cuando están en minoría les sirve una cosa y la misma no les sirve cuando llegan a mayoría, los ciudadanos que defienden a los opresores y condenan al oprimido. En fin, Puerto Rico es la novela que es mejor no verla.