Ayer decía que era el día de la inmoralidad. Pero hoy tengo que decir que realmente estamos en la semana de la inmoralidad. Porque no se puede morir el tema del Alcalde O'Neill con una acusación. Una cosa es que haya sostenido un "romance" con una empleada municipal, pero otra es que esa empleada le pidió no seguir con la relación, y el utilizó su posición de poder para obligarla, humillarla, darle una paliza y violarla. Todo esto no me lo invento yo, esta publicado como parte del caso. Y yo de alguna forma, dentro de la sátira política, emito mi comentario más serio en estos días con respecto a esto. Porque pasa todos los días a lo largo y lo ancho de lo que es gobierno y no. Y porque quiero dejar a Puerto Rico un poquito mejor que lo que lo encontré yo, quiero seguir enfatizando. El pueblo es el que tiene que limpiar. El pueblo tiene que también cambiar mentalidad. Si una mujer sale a la calle en pantaloncitos cortos, por mas provocador que se vea, no le da derecho a un hombre a mirarla libidinosamente, hacerle comentarios sexuales, y tirársele encima a manoserala y darle "chino". Esa mujer podría ser la madre, la hermana, la prima de cualquier persona. El que tiene que controlar las hormonas y comportarse, es el hombre. Y a la inversa, porque saben ustedes que yo también he dicho claramente que esto pasa hoy día de mujer a hombre también. Aprovechemos la oportunidad para elevar como sociedad el estándar, para que sobre todo en el gobierno esto pare, y que nadie se le ocurra intentarlo. Para ver si de una vez volvemos a confiar en las instituciones que se supone estén para sus ciudadanos y no para aplastarlos. Mientras tanto, que todo el que se sienta que no ha sido escuchado por haber sido hostigado, que sepa que el pueblo cada día va desarrollando empatía, y que pueden contar con nuestro apoyo. En este show escucharán la llamada que me hizo "El Gobe" Riquito, cercano al minuto :37.