El aprendizaje del discipulado es un proceso. No hay graduación.  Es un viaje en curso hasta que vuelva Jesucristo (Efesios 4:13, Lucas 6:40). El tema central del discipulado es la centralidad y el señorío de Jesucristo y de conocer a Cristo en toda su plenitud como Señor y Salvador, Dador de Vida y Redentor. Jesucristo es la pieza central del discipulado. Los discípulos son cristianos en crecimiento y madurez.  Uno de los principales pasajes de la Escritura que valida esta definición es Colosenses 1:28:


“a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre…”