Esta semana me gustaría explorar más a fondo el proceso creativo, pero en esta ocasión desde la perspectiva de la generación de ideas. Sí, es posible que adopte una postura un tanto filosófica y quizás un poco pedante, pero mi curiosidad sigue llamando insistentemente a la puerta.




De nuevo emprendo otro intento de entender cómo genios como Darwin, Steve Jobs o Tim Berners-Lee lograron percibir algo que los demás pasábamos por alto, como un elefante rosa en medio de la habitación. Algo que, una vez que otros han logrado mostrárnoslo, nos hace preguntarnos cómo pudimos estar tan ciegos como para no notar algo que ha estado ahí todo el tiempo.